Cuando una persona informada elige comprar un chile dulce convencional normalmente es consciente de que está llevando agroquímicos a su plato. Eso es una amenaza real sobre nuestra salud y la de nuestra familia. En Costa Rica hay evidencia muy reciente que lo comprueba, como lo puede ver en esta publicación del semanario Universidad. Sea que le demos importancia o no al impacto que eso pueda tener en nuestra salud, debemos saber que los residuos de pesticidas en nuestro organismo no son la única diferencia entre comprar un producto convencional y otro orgánico, y el impacto de esa decisión no pesa solamente en nuestra salud.

Cuando elegimos comprar un chile dulce orgánico estamos eligiendo salud,  pero hay muchos otros impactos positivos para la salud y para el ambiente, que promovemos cuando elegimos comprar orgánico.

Vamos a citar 6 ventajas de comprar chile dulce orgánico:

1. Es mejor para nuestra salud

Hoy día se sabe que en Costa Rica, el 72% del chile dulce que se consume incumple los límites de residuos de plaguicidas. Eso no significa que el 72% tiene restos de pesticidas, eso es un hecho, el detalle está en que en su gran mayoría, el nivel que tiene se encuentra por encima de lo permitido. El consumo regular de productos con pesticidas definitivamente puede ser una gran diferencia en nuestra salud.

Cuando se escoge un producto orgánico, por definición, ese producto no usa, ni tiene residuos de pesticidas. Es un alimento rico en minerales, cargado de microbiología diversa, reflejo del suelo donde se cultivó. Esa diversidad y riqueza mineral, se verá reflejada en nuestra propia salud.

2. Regenera la salud del suelo

En el suelo está la base de la vida en el planeta y la salud de nuestro organismo es un reflejo de la salud del suelo. Mientras la agricultura convencional reduce la vida en el suelo para darle a la planta lo que necesita de manera sintética, la agricultura orgánica consiste en primer lugar, en promover la salud y la vida en el suelo.

Cuando se hace agricultura orgánica, agricultura regenerativa o permacultura, se regenera la materia orgánica, los minerales y la microbiología del suelo, se promueve la diversidad de especies, la asociación y sucesión de cultivos, el uso racional del agua, la reutilización de residuos vegetales y animales para la producción de abonos y la producción de insumos con materiales locales. En un suelo sano, se desarrollarán productos más sanos.

3. Ayuda a revertir el calentamiento global.

La agricultura convencional es una de las principales actividades responsables de la liberación de carbono en la atmósfera, y por lo tanto, del calentamiento global que amenaza la vida en nuestro planeta. El aumento en la materia orgánica y vida en los suelos de las fincas regenerativas tiene una alta capacidad para absorber carbono atmosférico, y por lo tanto, mitigar el cambio climático.

4. Atrae y protege a los polinizadores

El uso indiscriminado de pesticidas y el entorno urbano se han encargado de reducir drásticamente la población de abejas y polinizadores en el mundo, sin tomar en cuenta que sin polinizadores se acaba gran parte de la posibilidad de producir alimentos. Las fincas orgánicas y regenerativas promueven ambientes ideales para la atracción y protección de abejas y polinizadores.

5. Protege la salud de los trabajadores en el campo

La exposición permanente que sufren los trabajadores de fincas convencionales que trabajan con sustancias tóxicas es un problema de salud ampliamente observado y documentado en todo el mundo. En una finca orgánica, los trabajadores y la vecindad circundante, se desenvuelven en ambientes más saludables, ricos en microbiología benéfica y diversidad biológica.

6. Regenera los ciclos del agua y la salud de los ríos y mares

La agricultura regenerativa promueve la diversidad de cultivos, regenera el bosque y la cobertura de los suelos. Esto ayuda a restablecer el ciclo del agua y no genera residuos de fertilizantes y pesticidas que llegan por la escorrentía a contaminar los ríos y mantos acuíferos.

Por último, y no menos importante, cuando un consumidor decide comprar un producto orgánico, regenerativo o libre de pesticidas, está poniendo su voto de confianza en el desarrollo de un tipo de agricultura diferente. Está apoyando a los agricultores que han decidido tomar un camino más difícil por la convicción hacer bien. Si logramos que sean cada vez más consumidores conscientes que apoyen este tipo de agricultura, serán cada vez más agricultores, cada vez más fincas regenerando el ambiente.

Queremos invitarle a ser parte del cambio que queremos ver en el mundo. Creemos que cada decisión de compra es un voto hacia el mundo que queremos ver. El poder para elegir, es el la principal herramienta que tiene el consumidor consciente para mejorar el mundo.

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